Se calcula que en España se diagnostican cada año unos 80.000 nuevos casos de cáncer de piel. Para luchar contra esta enfermedad hay un arma muy poderosa: la prevención. Para evitar en la medida de lo posible padecer esta enfermedad es esencial también conocer sus causas. En este artículo te mostramos tanto las causas del cáncer de piel como su prevención.
Causas del cáncer de piel
Conocer a tu enemigo es la mejor forma de luchar contra él. Por eso, en el siguiente listado te mostramos las principales causas del cáncer de piel:
- Exposición a la luz ultravioleta (UV). Es la causa principal que se esconde detrás del cáncer de piel. Pero no solo la luz ultravioleta de los rayos del sol, también las lámparas solares tienen una gran incidencia en su aparición.
- Lunares. Cualquier lunar es un tumor benigno, pero no canceroso. Aparecen a lo largo de la vida y la gran mayoría no tendrán incidencia en tu salud. Aunque tener muchos lunares aumenta el riesgo de este tipo de cánceres y de que alguno se convierta en un cáncer de piel.
- Antecedentes familiares. Contar con uno o más familiares que hayan padecido un cáncer de piel es otro de los factores que incrementa el riesgo de padecerlo. En la actualidad no se conoce muy bien la razón, aunque se cree que puede tener que ver con estilos de vida similares, pieles muy blancas, factores genéticos y una combinación de todo lo comentado.
- Sistema inmunológico débil. Un sistema inmunológico debilitado puede provocar que el cuerpo no pueda luchar contra ciertas enfermedades, como el cáncer de piel.
- Tipo de piel. Una persona con la piel muy blanca, que se quema con facilidad y con pecas, con un pelo rubio o pelirrojo y con ojos verdes o azules conforma un perfil con más riesgo de padecer este tipo de cáncer.
Prevención del cáncer de piel
Hay que aclarar que no se puede prevenir por completo ningún tipo de cáncer, pero sí se pueden tomar estas precauciones para reducir el riesgo de padecer cáncer de piel:
- No te expongas al sol en las horas centrales del día.
- Utiliza siempre un factor de protección alto, tanto en verano como en invierno, o ropa de protección solar.
- Busca la sombra cuando estés en el exterior.
- Protege la cabeza del sol.
- Utiliza gafas de sol.
- No uses lámparas de rayos UV.
- Presta atención a los cambios que se produzcan en los lunares.
- Si formas parte de algún grupo de riesgo, acude al dermatólogo una vez al año.
Estos consejos son importantes para todos, pero especialmente para los niños. Recuerda que la piel tiene memoria. Los cuidados en la infancia ayudan a reducir el riesgo de padecer este tipo de enfermedades.
No lo olvides: la prevención es la mejor arma contra el cáncer de piel y para ello es importante la autoexploración periódica de toda la piel, tanto para observar si se producen cambios en los lunares preexistentes como vigilar si aparecen lesiones nuevas.